No puedo perder lo único que me mantiene vivo: la esperanza. Una palabra que, a menudo, está con nosotros en la mañana, es herida durante el día y muere al atardecer, pero resucita con el amanecer.
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No puedo perder lo único que me mantiene vivo: la esperanza. Una palabra que, a menudo, está con nosotros en la mañana, es herida durante el día y muere al atardecer, pero resucita con el amanecer.
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Debo ser cruel, solo para ser amable.
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Hay dagas en las sonrisas de los hombres.
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Si hacer fuera tan fácil como saber lo que es bueno hacer, las capillas serían iglesias y las cabañas de los pobres palacios de príncipes.
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La sospecha siempre acecha a la mente culpable.
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Lo que está pasado es prólogo.
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El mundo entero es un escenario, y todos los hombres y mujeres meramente actores.
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Parte de un dulce dolor.
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La dama protesta demasiado, me parece.
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¿También tú, Bruto?
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